Por: María del Pilar
Vásquez Rodríguez
Primero el mundo colapso
tras la idea caucásica de la pseudociencia que destinaba la llegada del anticristo el 6 de junio de
1996, luego vivimos con temor una predicción Maya que profetizaba el fin del
mundo en el 2012 y ahora el miedo se aproxima al tan esperado año 2025.
Algunos pensaran que la
Colombia de unos años atrás será un nicho de aves carroñeras al lado del futuro
que nos espera, donde la nación superará a todos los demás países
latinoamericanos en procesos de innovación, tecnología y educación, pero la
verdad puede llegar a esconderse detrás de las paredes con temor a ser
asesinada por crueles oleadas de sequía, desnutrición y sed.
Según las advertencias del
Instituto Internacional de
Investigaciones sobre la Alimentación (IFPRI) en el año 2025 el consumo de agua
en los hogares, la industria y la cría de ganado aumentarán un 62% en relación
con 1995. Entonces además de un aumento poblacional si nada cambia en las
estructuras de protección del medio ambiente, el consumo de agua de los hogares
aumentará un 71% en relación al presente año, debido a la cantidad de seres
vivientes que cada día parece ser mayor y que para satisfacción de mucho será esencialmente
en los países en vía de desarrollo (estamos en la lista, muy bien).
Pero por otro lado los
problemas no erradican en una lucha por la conservación del agua, sino además por
la guerra que hemos de enfrentar contra una cuna de enfermedades letales que
aun siendo 2014 el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, Unicef, nos
trae una reveladora cifra que llega a ser demoledora para los padres del ahora y a los que piensan serlo en un futuro
pues más de un millón y medio de niños menores de 5 años mueren cada año por
falta de agua potable, es decir, 4.200 infantes al día alrededor del mundo.
Y el panorama de acecha a
Colombia no puede ser más desalentador pues Según la oficina del Alto
Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Acnur, en Colombia
mueren cada día tres niños por desnutrición, la mayoría por la carencia de agua
potable, en Chocó mueren anualmente 2.054 niños. Le siguen la Costa Atlántica
con 413 niños y el sur del país con 317
Así que muy posiblemente
este enterrando toda la basura virtual que nos posiciona como un excelente país
que no ha podido siquiera lograr la paz desde hace 50 años o tal vez más, y
este escribiendo una predicción de un futuro que parece incierto y misterioso
pero que pide a gritos un auxilio de revelación por una nueva generación que
parece estar muriendo y que anhela ver un país que luchó por él.