jueves, 6 de noviembre de 2014

TODA VIDA PASADA FUE MEJOR



Tan solo espero la noche para llegar a casa, comer algo y meterme a la cama con el fin de descansar luego de un agitado día en la capital. El ruido de la calle, el humo grisáceo de los buses y las calles inundadas de gente son en resumidas cuentas lo que día a día debemos soportar.

Mis ojos agotados comienzan a entrecerrarse y tan solo escucho murmullos en mi cabeza, olvide apagar el televisor. Tomo el control le doy off y me meto en la cama con la ropa que llevo puesta, ha llegado la cúspide de un largo día. Un gran vacío negro se comienza a apoderar de mi vista y caigo inmediatamente en un largo sueño.

Esta vez mi mente ha viajado en el tiempo y me remonto a la época de mis abuelos, parece que todo era mejor, no se ve susto en las calles, el amor parece verdadero y la congestión en la ciudad no es tan densa. Mis abuelos vivían en el campo, rodeados por cafetales y plantas de algodón, alrededor de 11 personas se sentaban en la mesa a desayunar un buen plato de fríjoles con agua de panela a las 6 de la mañana, se suponía que era esa hora porque el reloj era el cielo en la mañana. 


A veces me pongo a meditar, no pasaron tantos años desde que fui chica, mejor dicho adolescentey tantas cosas han cambiado. No sé si la mayoría de las personas se dan cuenta y lo comentan u ocurre con otros aspectos de la vida que sólo los roza y adelante.Yo quiero detenerme un poquito, bajarme del tren donde viajo por la vida y pensar en los cambios tan abismales q pasaron.
Empezando por el respeto, ojo, no miedo que le teníamos a nuestros padres, que no era que les contestámos mal, ni se nos ocurría y no fue producto de una castración mental , simplemente no se los cuestionaba como ahora, como si fuésemos padres, éramos hijos y le profesábamos respeto.

Los padres,como la vida económica no era como ahora, ni en el país, ni mundialmente se dedicaban más a los hijos, sólo los padres iban a trabajar, las madres estaban en sus casas o visitaban amigas o simplemente salían a pasear pero dentro de un clima , desde mi criterio tranquilo y comprensivo.Tenían tiempo de escuchar que, justamente no es lo mismo que oír a sus hijos ,  los problemas, compartir más charlas, más momentos juntos, todo más.
Obvio nos ponían límites también, que por supuesto no nos gustaban nada, pero al ir creciendo íbamos comprendiendo. 


Ahora en general por la falta de poder adquisitivo los dos padres deben ir a trabajar, por ende, el diálogo entre ellos y ellos y los hijos menguó, y tan poco tiempo juntos comparten que tratan de poner menos límites porque parece piensan podrían vivir mejor.
A mi criterio los adolescentes de hoy , algunos por rebeldía propia de la edad y otros no, se enfrentan a los padres porque lamentablemente no encuentran otra forma más sana para que se les preste atención. Ellos son a mi modesto entender, el espejo de la decadencia económica, que trajo con sigo aparejada miles de cambios y que justamente no fueron para mejor.



Otra forma clarísima de ver la actual realidad , es observar las caras de los niños. Antes la mayoría sonreía, con esa inocencia que los caracteriza, ahora se ven caritas serias , alguno que otros sonrientes y hasta los mismos juegos son más bruscos que antes.Obvio si cuando regresan del colegio capaz que comen solos con la TV , padres ausentes y única modelo en esa horas son noticiosos plagados de violencia, seres hablando de economía y hasta en los dibujitos animados, no todos, claro está también se ve violencia.
Para pedir, para demostrar hay que ejemplificar, tienen que ver algo al menos parecido y no lo pueden visualizar, simplemente porque no existe. 
Si queremos hombres fuertes, mujeres que cuiden de sus hijos y familia, empecemos aunque más no sea de a poco a girar el timón, esmerarnos porque nuestras futuras generaciones vean algo mejor que lo que tenemos.
En tecnología estamos muy bien, pero oh detalle, no somos robots, pensamos, necesitamos amor, comprensión, tiempo para compartir, oídos que nos presten atención, consejos, sugerencias. 
Intentemos ser más ejemplo y así nos creerán cuando le digamos : se puede y claro que sí, sólo falta terminar con la autodestrucción y esmerarnos en vivir con más alegría.


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